lunes, 4 de diciembre de 2017

Populismo dices.. populismo eres tú.

En esta ocasión no voy a hablar de las fallas de los partidos tradicionales españoles, ni la de los nuevos, pero sí un elemento muy determinante en la patética situación sociopolítica en la que se encuentra nuestro país en particular y buena parte de la sociedad occidental en general. Y es que a esta situación de populismo aparentemente  no se ha llegado por casualidad. Me refiero a los medios de  comunicación en general, a los grandes grupos que sirven y que, cualitativamente le ha hecho no poca competencia en sacar fake news o  noticias deformadas, y sin necesidad de que intervenga ni el Kremlim ni Maduro, sino ellos solitos. Pero su peor aportación no ha la información política, sino el lenguaje y la subcultura que ha hecho un perfecto caldo de cultivo de la estupidez más descarnada.

 Esto es más cultural y profundo. Esta batalla ya empezó a perderse en los años 90, con la subcultura de la telebasura, las telenovelas de argumento absurdo pero que enganchaba y la omisión en prime time de cualquier programa que estimulara algo la inteligencia del espectador, ya fueran programas de divulgacion o algo tan simple como una telecomedia. Aquel cambio cultural fueron los polvos que nos llevaron a estos lodos. La irrupción de tertulias y tertulianos plastas y groseros donde solamente se hablaba de temas guionizados y no de debate civilizado fue lo siguiente, pero todavía uno podía, a comienzos de los años 90 ver a gente con una apariencia intelectual que a veces era real o a veces solo fachada.

Lo poco que quedaba de supuesta intelectualidad fue suprimido por lo que vino años después, en estos tristes tiempos. Y no ha sido otra cosa que las tertulias, primero la de temática rosa, después la de temática deportiva y más tarde la de política.  Tertulianos gritones, donde el fondo queda enterrado por la forma, donde no hay información, debate o divulgación sino un pésimo circo disfrazado de tertulia. En cierta forma, se acerca a la distropía que describía Huxley en "Un mundo Feliz".




Este ha sido el contexto. La consecuencia de esta maldita subcultura que ha llevado a que personajes sin nivel político, intelectual o humano hayan llegado a donde han llegado en toda clase de partidos políticos, movimientos sociales u ONG varias.  Están ahí porque son "mediáticos". Son faltones gritones y no dicen nada de fondo pero son "mediáticos. Se corta a los que dice algo inteligente porque son "no mediáticos".

Una parte importante y no despreciable de los males que nos aquejan vienen de ahí. Porque en los medios tradicionales se han forjado carreras políticas importantes de personajes absolutamente despreciables, sean de partidos nuevos o viejos, de nacionalistas o unionistas. Y solamente por ser "mediáticos", con todo el sospechoso filtro que supone por los intereses de los grandes medios de comunicación, que como hemos visto, no lo hacen por filantropía ni por nuestro bien sino por su cuenta de resultados.

Parafraseando a Gustavo Adolfo Bécquer, cuando en los medios de comunicación  hablan de populismo me pregunto  ¿Populismo dices? Populismo eres tú.

lunes, 22 de mayo de 2017

¿Pero que se creían?

Muchos dicen que el resultado de las primarias  ha sido una sorpresa. Pero para los que estábamos dentro no ha sido ninguna. 

No es cuestión de contar mi historia personal, pero yo jamás he tomado excesivo bando en las disputas internas más allá de votar o escuchar a los candidatos en liza. Pero en esta ocasión no había excusa para la equidistancia o el abstencionismo o de simple votante. Lo ví claro desde el primer momento. De la misma forma que me abstuve de hacer comentarios en mi muro en las redes sociales, así como de contestar a ciertos argumentarios.No era cuestión de crear abismos de los que luego uno podía arrepentirse.

La decadencia del PSOE viene de lejos y sus problemas internos son muy anteriores a la llegada de Sánchez. Para postre aparece Podemos como el depredador natural  del PSOE que nunca fue IU. Y eso se notó sobremanera.

Realmente Sánchez nunca tuvo manos libres en el PSOE, nunca jamás los barones territoriales le marcaron tanto el territorio a un Secretario General. Pero también es cierto que  jamás nadie aspiró con tanta ambición como nula paciencia el control del partido como  lo hizo Susana Díaz.

Y es que realmente el problema de Pedro fue ese, querer ser lo que era, el Secretario General. . No se le supo reconocer que había mantenido el tipo pese a los condicionantes internos y externos, y las prisas llevaron a aprovechar un ejercicio de coherencia de Pedro Sánchez al negarse por activa o por pasiva a mantener a un Mariano Rajoy que no quería ni siquiera pactar la abstención, sino una sumisión que hoy se ha demostrado inútil e innecesaria.

Pero fue tanto la forma y como el fondo de aquello lo que les perdió. Porque no había forma de contrarrestar el relato de lo que ocurrió en realidad. Nunca jamás un aparato se había cargado a su propio líder desde dentro y con ese estilo rayando en lo barribajero, eso escandalizaba. Así pues  los hechos eran muy tozudos como para negarlos. Las más que sospechosas dimisiones en bloque, la esperpética visita de Verónica Pérez como la "unica autoridad" a Ferraz, los gritos y fotos  de los miembros  del Comité Federal fuera de sí...

Y es ahí donde se marca un punto de inflexión tanto en una militancia que tuvo tiempo para organizarse en todo el territorio español como en unos cuadros dirigentes que jamás llegaron tan lejos en deslealtad y en puesta en evidencia. Sin relato alternativo posible (porque lo demás era negar lo obvio) y lo que es peor, sin ideas reales más allá de esperar que escampase la tormenta.

Y a partir de esos condicionantes, es cuando la torpeza de muchos terminan de rematar la faena. Creyeron que el tiempo lo curaba todo, cuando realmente lo que ocurrió tocó fibra en dos aspectos:

a) Para el militante medio, no solo fue una decisión políticamente infumable, Ya era muy cuestionable la moralidad de facilitar a un PP con sus corruptelas y recortes su renovación en el poder. Ni  siquiera el hacerlo gratis y en posición de debilidad autoinducida. Y es que la polarización política en España con los grandes partidos de los últimos 35 años era demasiada como para salirse de lo político para entrar en terrenos de antropología social.

b) Para la militancia más impregnada en los términos de unidad y orden, lo de aquel sábado fue un cortocircuito. Si se negaba autoridad al Secretario General, se negaba autoridad a todo. A ello añadamos el espermento de los días anteriores y la verdad es que fue un trauma incluso para los que más cercanos estaban al modelo de partido de cuadros y no de base. 

Ante eso, la gestora era consciente de que le iban a dar cera hasta en el carnet de identidad,  pero con todo tomó varias decisiones erróneas que fueron en su contra.

El primero fue dejar pasar el tiempo, no fueron conscientes de la indignación de la militancia. ante los graves hechos acaecidos meses antes en fondo y forma.  Las llamadas al orden y las promesas de cargos, las presiones y demás no fueron suficientes. El germen ya estaba. Y solo faltaba esperar.

El segundo fue creerse que con tener el control y apoyo de los medios, iban a salir indemnes. En la era de la postverdad, hay cosas que no se olvidan fácilmente, y todo lo que se hizo quedó para la memoria histórica. Y en ello confluyen los medios de comunicación tradicionales como los portales de fake news. Sobrevaloraron  la fuerza de sus aparatos territoriales, tanto los que disfrutaban de poder institucional como los que no.Cuestión que se repitió durante todos estos meses, incluso durante la campaña. Si a eso añadimos una política de redes bastante agresiva con el depuesto, no hicieron sino reforzarlo, como si no fueran conscientes de que la batalla del relato de lo que pasó la tuvieran perdida.

El tercero estaba claro que fue el desarrollo de la campaña. Con su rival organizado y aupado tras el ostracismo cual Conde de Montecristo, cometieron errores de campaña brutales. Entre los que extraigo varios fundamentales, como la falta de ideas fuerza efectivas. Las cuales  que fueron contrarrestadas por las ideas-fuerza de Pedro Sánchez, fijar su campaña en la destrucción o en la personalidad del contrario y un presunto acierto que fue derivando en un error, que fue la promoción de Patxi López como tercero en discordia, apoyado por los barones contrarios a Susana Díaz, probablemente por miedo a ser laminados. La  batalla de las ideas-fuerza fueron un Waterloo anunciado de Susana Díaz.

a)La idea fuerza de una candidatura ganadora era demasiado vacía. Cuando nos sabes por qué ganas, lo más probable es que pierdas. Aunque al contrario no te garantiza la victoria (hay factores sociológicos que muchas veces te lo ponen casi imposible). Para postre, la falta de un programa facilitó otra idea fuerza de la campaña de Pedro Sánchez que fue contrastar el suyo ante el de la inexistencia de su rival. Dió mucha sensación de prepotencia y soberbia, de ser un partido-institución que no era lo que exigía en un partido con clara necesidad de rearme ideológico. Y sin el poder en el gobierno de España desde hacía cinco años no daba la cosa para más.

b) Fijar el debate en la personalidad del contrario  estilo Sálvame de Luxe fue fatal para los intereses de Susana Díaz. Estabamos hablando de militantes con conciencia política, no de espectadores medios de telebasura (aunque Ferreras, Inda y compañia crean lo contrario). El contraste de imagen fue brutal y devastador. Para más inri, la prepotencia del equipo de Díaz, que por lo general  quien conocía poco los territorios más allá de Despeñaperros condicionó extremadamente la imagen prepotencia del equipo de Susana Díaz. O el desprecio a las más de cincuenta mil firmas a Pedro Sánchez, como si esos avales no fueran de nadie, con un elitismo orgánico que fidelizó más todavía los apoyos al madrileño. Y de hecho, aun laminada y controlada la militancia por parte de los aparatos, la fibra de esa masa militante ya estaba muy tocada y se hizo más incontrolable en un contexto de alta participación.

c) El resto de ideas fuerza, sobre todo tras la presentación del programa a última hora, fue igualmente un punto débil, tanto por la falta de respeto a los electores de no presentarlo hasta tres días antes de las primarias (abundando en la idea-fuerza de falta de programa que usó la campaña de Sánchez), como por el fondo, como la idea del préstamo que fue aprovechada no solamente por Pedro Sánchez sino también por Patxi López.

d) Capítulo aparte merece el argumentario que se usó para la campaña en redes contra Pedro Sánchez por parte del equipo de Susana  Díaz. Digno de tertulia de Intereconomía, que si no eres digno de fiar, que si cambias de opinión  y sobre todo por una discurso territorial rancio, que negaba incluso declaraciones políticas firmadas por el PSOE al respecto. La prueba de ello fue el desastroso resultado de Susana Díaz en Euskadi, Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana y Galicia, comunidades históricas o con lengua propia que no entendían ese mensaje casposo, impropio de la historia del PSOE.



También podríamos hablar del papel de Patxi López, presentado como un conciliador, en el fondo no ha encontrado su sitio, fue apoyado por barones ex sanchistas sin peso institucional y sin capacidad de presión a sus bases, tal y como se demostró. Pero a última hora hay que reconocer que supo captar unos pocos votos de cierta militancia por así decirlo "de orden", en vista de la mala imagen proyectada y confirmada de Susana Díaz de su actuación en el debate. Con lo cual en el fondo fue un elemento que no decidió, primero porque Pedro Sánchez consiguió mayoría absoluta de votos emitidos, y segundo porque los votos que pudo quitarle a Sánchez los compensó parcialmente a última hora con los que pudo quitarle a Díaz.

Podríamos hablar de más cosas, como de un cambio de paradigma político en la era digital, de la postverdad,  de cómo los partidos han renovado de forma falsa o incompleta su estructura  y dirigencia durante décadas, pero creo que todos estos aspectos son suficientes para responder a la supuesta sorpresa de la clara victoria de Pedro Sánchez. Y me sigo maravillando de que no se esperaran que lo que ocurrió fuera posible. ¿Qué es lo que creían los notables del pasado, los barones y los medios de comunicación tradicionales con su sospechosa y equivocada unanimidad  en su estupefacción? Desde luego, ante esto lo sorprendente para mí es que sigan sorprendidos.



lunes, 22 de agosto de 2016

El baloncesto olímpico y la selección femenina.

Reconozco que desde hace unos años vivo con menos apasionamiento todo el tema del deporte, incluso del  que tanto me apasionó, el baloncesto. Los años no pasan en balde, así como el patrioterismo barato de muchos medios que a veces me hace vomitar.


Pero de vez en cuando hay cosas que te reconfortan, que te devuelven a tiempos pretéritos de aquel niño que fuí, que te reconcilian con un pasado que lo veías con otros ojos. Yo me hice aficionado al baloncesto en los 80. Y especialmente tras la Olimpiada de Los Ángeles. Mucho ha cambiado aquel baloncesto al de ahora, donde no había triples, las defensas eran mucho más livianas que la de ahora o  el  despliegue físico no era tan imponente como ahora. En aquellos tiempos muchos nos pasamos al basket, entre otras cosa, porque  los éxitos y la vistosidad de ese deporte nos hacían abandonar el aburrido y fracasado fútbol de la época (cosa especialmente dura tras el Mundial España 82). Más tarde, aquello empezó a declinar, bien por ciclo deportivo bajo, bien por incompetencia de los dirigentes deportivos de la FEB y la ACB, bien por los todopoderosos intereses mediáticos que hicieron que el fútbol cuasi monopolizara de nuevo toda información deportiva. Todo ello hasta el final del siglo XX.

La selección masculina de basket nos hizo recuperar desde hace varios lustros esa ilusión, quizá ahora vive su tiempo de prórroga. Quizá la medalla de bronce sea el último éxito del grueso de esa generación  del Mundobasket junior de 1999 . Pero sus éxitos se hicieron casi rituales, mecánicos. Siguen emocionando pero ya se había logrado la cima con el Mundial de Japón 2006. Quizá no fueron pioneros de este deporte, sino que lo rescataron de las catacumbas mediáticas de las que fue condenado en España, y su mérito no solamente fue subir el alto nivel de la primera mitad de los 80, sino el haber hecho lo más difícil, llegar arriba y mantenerse en los podios durante tantos años.

Sin embargo, hoy podemos decir que la emoción fuerte la han dado las chicas. Ves los ojos de las chicas y te trasladan a otros tiempos pioneros del éxito baloncestístico. Con el mismo sabor que nos dieron los Epi, Corbalán, Jiménez y Fernando Martín en Los Angeles 84 con aquella mítica plata. . Ves en sus ojos ese deseo de ganar, ese deseo de cruzar el Rubicón, de ser pioneras en el éxito. Y ese éxito que te hace meterte de lleno en los telediarios,  por derecho propio, en un deporte en general despreciado por la prensa y que solo llenó portadas gracias a los éxitos de los chicos y la política comunicativa de José Luis Sáez (que luego su gestión haya sido globalmente nefasta no quita para quitarle el pan y la sal) Las chicas, al igual que la selección masculina de Los Ángeles, llevaban varios años dando fuerte, pero sus éxitos no se consagraron en una cita olímpica...hasta ahora

 Ya lo han conseguido. Ya son las mejores del resto del mundo excluyendo a las inalcanzables norteamericanas, tal y como ocurrió en 1984. Ya nada será lo mismo. Ya podemos decir que el baloncesto femenino, ha entrado con fuerza en el Olimpo, que ya no será una moda sino algo duradero. Ya tenemos a las chicas soñando con lo mismo que nosotros soñamos en nuestra infancia y juventud. En definitiva, ya se ha cerrado el círculo. Y eso, en una época en la que el monopolio mediático- futbolístico de los grandes clubs, del periodismo de opiniones y rumores nos absorbe, nos reconcilia con el verdadero deporte. Muchas gracias.

domingo, 14 de junio de 2015

Mi experiencia personal con Luis Salvador.

Después ciertos devaneos más aparentes que reales, Luis Salvador se ha decantado por sus mismas convicciones de siempre a la hora de decidir los pactos para la alcaldía y gobierno de Granada. Y sus  convicciones de siempre solo se reducen a su propia conveniencia personal. Por ende, sus principios son basicamente marxistas ( de Groucho, no de Karl), esos que decían que" estos son mis principios, si quiere tengo otros". Pero básicamente en esta entrada quiero dar a conocer mi experiencia en el trato personal con este personaje. Y la misma intentará ser más lo más descriptiva posible, aunque la conclusión final sea cruda.

El relato trata sobre todo de los años 2012 y 2013. Tras un tiempo donde parecía que los asuntos de la base del partido no eran lo suyo, él se acercó a mí y a otros más,  en aquella quedada de Socialistas en Red hecha en Jun en enero de 2012, previa al 38 Congreso del PSOE. En aquel cónclave abierto y oficioso, en teoría se defendieron ideas más que candidatos y muchos fuimos allí a defenderlas. Pero, como se comprobó despues, hubo de todo, desde personajes egocéntricos en busca de protagonismo político o profesional, a buena gente preocupada por la inacción del partido y sobre todo de sus máximos responsables.

En estas, me crucé con Luis Salvador, el cual supongo que le sonaría mi cara de alguna asamblea local del PSOE.  Habló conmigo como si nos conociéramos de toda la vida, lo cual me resultó extraño. Posiblemente fuera  para reclutarme para su causa, porque no era normal tanta coincidencia. Ante eso  suelo hacer lo mismo, escuchar pero no comprar el discurso y menos al personaje. No pocos me habían advertido, vagamente eso sí, de la toxicidad de su persona, sin concretar demasiado los motivos.

Pero en aquella época, no había tiempo para lindezas, el partido estaba muy perdido, noqueado electoral, política e ideológicamente. Escuchar a todos era imperativo y, como persona educada que creía ser, le escuché y el parecía escucharme a mí, aunque tenía la duda de si era algo impostado, pero no me calenté la cabeza con eso.  Al fin y al cabo, la sobreactuación es un subproducto de la política y, en general, de cualquier actividad  en cualquier grupo humano donde se necesita destacar de alguna forma.

Si soy sincero, de aquel cónclave me fijé más en otras personas con las cuales mantuve cierto contacto a través de las redes o en persona.

Pasó el tiempo, y empecé a hablar internamente en el PSOE, como se decia, era ahora o nunca por la convulsión posterior al desastre electoral de 2011. Pero lo hacía desde mis propias convicciones de lo más profundo de mi alma, un tanto anarca y poco dada a los sectarismos tribales. En aquellos tiempos Luis Salvador creyó que yo era alguien potencialmente reclutable para su causa. Pero, aunque creyera que podía ser de los suyos, lo que decía era personal e intransferible, no pruducto de una manipulación externa. Y es que me topé con él algunas veces, fuera en asambleas o en cierto bar del Zaidín. Por entonces me extrañaba que todo un senador perdiera el tiempo en tener conversaciones conmigo sin haberlas pedido.  Desconozco que vió en mí más allá que un par de intervenciones críticas para justificar mis abstenciones en la gestión de las ejecutivas autonómica y provincial o si solo me vió como víctima propiciatoria de sus intenciones o alimentar su ego jugando con el mío con estrategias profundas de comercial sibilino.

El día en el que, súbitamente se me abrazó después de una intervención mía en la asamblea, en un gesto tan efusivo como sobreactuado fue cuando me llamó más la atención de su actitud hacia mí, y no sé pero preferí no dejar embelesarme del todo, que uno ya tenía  edad para no dejarse manipular de esa manera.

Sinceramente, no era fácil decantarse en ese momento, Luis no era una cara nueva, pero tampoco era convincente aprobar la gestión de la ejecutiva provincial porque, aun en circunstancias adversas, había perdido en todas las convocatorias electorales, y no se había asumido ninguna responsabilidad. Aquello, unido a una discutible gestión  gestion de las crisis internas me hizo decantarme por votar a la lista de delegados de Luis Salvador al Congreso provincial. Pero en aquel entonces, como siempre, era mejor estar alerta. De hecho, me fui a Atarfe para comprobar el desarrolo in situ del mismo.

En su lista no había mala gente, los mejores, alguna gente de fuera de Granada capital. Pero en su entorno más cercano  abundaban palmeros sectarios que me hacían estar incómodo junto a otras personas que vista su trayectoria política subsiguiente en otros partidos, me hacen dudar de sus verdaderas intenciones. Y en esos ambientes suelo sentirme basatante incómodo. Así que acepté votarle, pero me negué a las insinuaciones unoa días antes de si podía ir en una lista suya a delegados. Ante dicha insinuación al interlocutor (que tengo que decir que no era Luis Salvador directamente), que esas cosas no se hacen en conversaciones de corrillos ni por coincidir en un bar, sino de horas y horas de trabajo y reuniones. Y no era mi caso. No me gusta hacer proselitismo interno, como mucho intercambio de pareceres privado, ya que mi filosofía es siempre que al dia siguiente tenemos todos que estar en el mismo barco y los procesos suelen ser a veces más duros y desgastantes de lo necesario.

 Le hice preguntas, incluso recuerdo un día que le pregunté por si ciertos apoyos de algunas personas no podían ser contraproducentes, y me llamó la atención la naturalidad con la que dijo que sí, que era cierto que igual no daba buena imagen y que igual no eran muy válidos pero que necesitaba apoyos de donde fuera. Me dejó un tanto patidifuso, pero por desgracia, a pesar de la carga de cinismo que tiene recibir apoyos de gente en la que no crees, la realpolitik se imponía.

Y es que tanto en los días anteriores como en el mismo desarrollo del congreso provincial la cosa empezó a oler mal. Sus correveidiles empezaron a soltar informacion claramorosamente falsa con la única función de engañar a los que le apoyaban o votaban de forma ocasional, inventándose apoyos inexistentes en distintas agrupaciones. Ahí empecé a verle las orejas al lobo de la peligrosidad de la situación, porque una simple llamada de teléfono me confirmó que o la información era errónea o lo que era peor, estaba engañando  como un bellaco de forma intencionada.

 Incluso, en el mismo Congreso, se vió que habían habido engaños masivos en cuanto a la existencia de apoyos, y de hecho, si no es por la generosidad de delegados afines a Teresa Jiménez ni hubiera podido presentar candidatura, ante la desesperación de muchos delegados que de buena fe le apoyaron y que podían haber visto en ese momento el mayor ridículo y hasta la defunción de su carrera política, en la cual había muchos delegados jóvenes y con ilusión a los que había llamado al matadero. 

Luis solamente sacó un 25 por  ciento de votos entre los delegados presentes en aquel Congreso de Atarfe. Posiblemente, de no existir un cierto enfado con el aparato tradicional del PSOE provincial, hubieran sido muchos menos ya que se basó en el voto de castigo más que en la convicción de Luis traería algo mejor a la organización. Pero si Salvador no consiguió más apoyos fue porque no había otra alternativa mejor que él. Es decir, el canalizó el descontento pero de forma muy minoritaria y muy probablemente de haber sido otra persona quien encabezara la candidatura, la secretaria general provincial lo hubiera tenido muy crudo para repetir. Y es que seguía siendo fuerte el rechazo a su persona. Yo, que huyo de tópicos y más cuando es una persona no demasiado maltratada por el partido (un tipo que es jefe de Gabinete del presidente de la Diputación y siete años senador no puede considerarse maltratado jamás), tampoco terminaba de encajarme el posicionamiento de Luis Salvador.  Tampoco su egolatría ni su entorno de palmeros, pero yo pensé que era un problema demasiado común en política como para echárselo especialmente en cara.

Justo después de aquel congreso, la cosa cambió. Primero en la asamblea local Luis y su entorno sacaron una candidata de la manga que nadie conocía ni política ni personalmente, bajando el nivel de sus apoyos a casi un tercio de los que tuvo en el Congreso provincial. A mí personalment no me gustó. Tanto, que explicité a una persona de su entorno una cosa muy clara y cuya frase recuerdo "No soy hombre de Luis", quizá para marcar distancias entre mi persona y yo. Porque a diferencia de su cuadrilla, yo sí iba a las reuniones internas que trataban de diversos temas cuando era convocado. Supongo que terminado aquel largo proceso congresual desde Sevilla hasta la asamblea local en la que fue reelegido como secretario local Chema Rueda uno acababa saturado de dimes y diretes y desconecté. Y más cuando una compañera de partido veterana me explicó ciertas cosas y me confirmó que yo había hecho bien al no dejarme señalar como delegado de su estrafalaria y engañosa candidatura a secretario general provincial.

Cuando llegaron las frustradas primarias en Andalucía, me sentí en el punto de avalar a un candidato alternativo para que hubiera una votación que mejorara la proyección del PSOE-A como algo lejano a ese rodillo avasallador y sin alma, y si era alguien competente mejor que mejor, ya que reforzaría indiscutiblemente al candidato ganador de las mismas en caso de celebrarse. Salió Luis Planas al estrado, y no me pareció mal. De hecho, más de uno dijo claramente que aunque iba a votar a Susana Diaz, no le parecía mal candidato, al menos para subir nivel y que no era mala idea avalarle.

Pero en estas llegó Luis Salvador y volvió a adueñarse del discurso y de los avales de Planas en la provincia de Granada. Pero su infraestructura no era la misma, el hecho de apoyarle casi había destruido la carrera política de algunos apoyos que tuvo para ese congreso, y se fueron con armas y bagajes a Susana Díaz, bien por convicción o por conveniencia, pero era evidente que Luis Salvador ya no era persona grata para ellos, y por motivos bastante lógicos. De hecho, algún compañero hoy en otra provincia llegó a recoger avales de Granada para no tener que tener el más mínimo contacto con Luis Salvador.

Habia tensión en el ambiente, ninguna ilusión y mucha crispación en la gente más cercana a Luis, quizá porque eso fue la última vez que Luis quiso engancharse de alguna manera a los asuntos internos del PSOE. Y es que, al menos en la provincia de Granada, Luis Salvador fue un lastre más que un apoyo para un Luis Planas. Incluso el propio Luis, en la que fue quizá la última conversación que tuve con él, me dijo que buscase avales, pero que no hablara con muchos "porque el aparato había dado orden de no avalar a nadie distinto a Susana Díaz". Lo cual  tampoco fue del todo cierto, ya que gente afín a Teresa Jiménez avaló y con gusto a Luis Planas en una presentación de su precandidatura que abarrotó la sede local del PSOE.

Tras aquello, ya no tuve noticias directas de él salvo sus tweets en varias plataformas en las que estaba metido, sin sospechar que estaba preparando su salida del partido, y algún intercambio de conversaciones en las redes sociales.

Pero tras aquello se mascaba la atención de gente que estaba con él. Había comentarios que eran cada vez más agresivos. Algo se estaba cociendo. Algunos se fueron del partido, y era gente muy vinculada a Luis. Tuve noticias directas de él por un compañero que vivía fuera de Granada y que se topó con él, y en las cuales decía que el partido "estaba destruido y que no se podía hacer nada". Aquello me olía mal, no casaba que uno estuviera tan activo en las redes sociales con plataformas virtuales y foros éticos y lugo tuviera esa cara. Todo olía muy mal. No era un intento frustrado de alternativa, no era un manipulador normal. Era algo peor, digno de un esperpento porque había movido cielo y tierra para seguir haciéndose notar, al menos en internet.

Mis peores augurios se confirmaron cuando él dijo que ningún candidato del PSOE que se estaba postulando (incluyendo su otrora admirada Carme Chacón), estaban cualificados para encabezar el partido. Aquello me olía a que había intuido que el rechazo a sus formas de hacer política a traición le había expulsado de toda la posibilidad de medrar y estaba preparando la puerta de salida. Cosa que fue confirmada  unos días después, con su teatral baja del PSOE. Algo esperado por quienes le conocían, incluso por una parte de mí que sintió como quería  que yo fuera ser utilizado como un kleenex, que me dejé llevar por la falta de impulso de unos y esa caradura que no era más que una máscara de inexistente liderazgo. El caso es que el mismo día que dejaba el partido, en una estrategia digna de Tarzán, soltó la liana socialista y cogió la de Ciudadanos. El mismo día, servidor le dijo muy clarito a traves de Facebook, que le fuera bonito, pero que servidor se quedaba, que servidor era socialista, no lerrouxista. Y me mordía la lengua todo lo que pude, al menos en público ya que era meridiano y notorio que no me había gustado. Posteriormente he conocido otras historias de otros compañeros que, con indepenencia de si son ciertas o no, encajan perfectamente con la forma de ser del sujeto.


También he de decir queigual o peor que Luis Salvador es su entorno, el mismo que ha trasplantado a Ciudadanos,  autoreferencial, sectario, lleno de correveidiles y con actitudes cuyo ánimo manipulativo era para mí bastante obvio. El resultado es que al llevar a ese entorno a un partido como Cs ha sido facil y cómodo para el mismo, ya  es mas fácil vender ese humo político y discursivo en un partido nuevo. Pero una cosa es el humo y otra el lamentable espectáculo visto en estos días con las negociaciones para el gobierno local de Granada. Esa forma de hacer política es lo que me ha abochornado, en alguien que llegué a votarle en un momento concreto. Y también  me ha dolido por el tiempo ya las ilusiones que  ha hecho perder a otras buenas personas del PSOE que han intentado conformar un gobierno alternativo a la larga y nefasta etapa de Torres Hurtado en la ciudad de Granada.

Seguramente otros compañeros socialistas tengan historias más mucho más sangrantes que la que cuento.  Posiblemente hasta las haya tenido en  Cs, donde empiezan a conocerle. Pero permítanme contarles esta pequeña historia, que hasta ahora tenía guardada para mis adentros pero que tras lo visto  ya no podía guardármela más. Sobre todo por lo que considero mi mayor error de elección desde que milito en esta casa y del cual quiero disculparme ante mis compañeros que me advitieron sobre él. Sé que otros tienen más responsabilidad que yo, incluyendo a quienes le ponían en listas al Senado o anteriormente le pusieron en puestos de responsabilidad, pero no quita para reconocer mi propio yerro. Espero que otros lo hagan y asuman su responsabilidad. Reconocer errores es el primer paso para repararlos. Espero que otros lo hagan igualmente desde sus altas atalayas de responsabilidad por haberle dado alas a este personaje en su etapa en el PSOE.










lunes, 2 de marzo de 2015

Los movimientos sociales ¿algo novedoso?

En los últimos años se ha vivido una fuerte explosión de los llamados "movimientos sociales", exactamente desde el 15-M. Se han considerado como el sumum, el bálsamo de fienabrás versión 2.0. Pero siendo positivo que la gente se movilice, no son movimientos realmente novedosos. Sí, como leen. NO SON NOVEDOSOS. Y posiblemente tengan una influencia política importante. Lo cual no es necesariamente malo ni tampoco novedoso. Al fin y al cabo los partidos más cercanos a esos importantes movimientos sociales o que mejor reflejen el malestar de al población y sus anhelos es sanamente democrático.  Tampoco voy a decir que sean independientes ni apolíticos, es más, lo bueno es que tengan ideología política de algún tipo porque si no la tiene, lo más probable es que no las tenga de nada. El problema es cuando el "movimiento social" se  convierte en un mero títere de los partidos o incluso peor, un mero instrumento de la proyección personal de los nuevos líderes sociales con nefastas consecuencias. 

Y aquí vamos al segundo punto, y es que en la democracia española, eso también estaba inventado e instrumentalizado. Los movimientos vecinales  ya existían en el tardofranquismo. Fueron movimientos muy importantes para la transición democrática y para la mejora de las condiciones de vida de los vecinos en la naciente democracia española. Pero es a partir de los 80 y sobre todo a  mediados de los 90  la cosa se fue al guano porque los dirigentes de muchos movimientos asociativos empezaron  a pensar más en su futuro político-profesional que en otra cosa. Algunos empezaron a asegurar su futuro en la política, y algunos acabaron siendo brazos armados de  que le subvencionaba o quien le procuraba a él o a su familia buenos puestos retribuidos de confianza, "asesoramiento" o libre designación, bien en el partido, bien en las instituciones que gobernaba. Incluso a veces mutando hasta su propios principios ideológicos con  tal de mantener el status. Creando a su vez "aparatos" en las organizaciones y asociaciones que le hacían cada vez menos representativos de su vecindario y más de su ambición por medrar de sus dirigentes. Y eso que todavía no existía ningún fenómeno mediático al estilo Ada Colau (personaje que no me inspira confianza), ni nada que se pareciera.

Por ello veo que con los movimientos sociales se puede establecer un fuerte paralelismo con el movimiento asociativo y vecinal y los actuales movimientos sociales. Porque de allí surgió una importante cantera política y ahora está pasando lo mismo con organizaciones políticas emergentes y otras no tan emergentes pero que se agarran a esos movimientos como clavo ardiendo para impedir su decadencia o desaparición.

No pocos de los viejos dirigentes vecinales o de ONGs varias fueron fichados como "independientes" en listas de partidos o directamente ya estaban fichados por los partidos en las elecciones municipales. O con familiares como "personal de confianza" en todo tipo de administraciones públicas de diversa ideología O incluso, como personal laboral o interino convertido en funcionario o laboral fijo en diversas administraciones en procedimientos digamos que bastante discutibles. No quiero decir que el estar en listas de partidos sea malo en sí mismo, pero sí el eternizarse, y sí el participar en el eterno círculo vicioso en el que estamos metidos y que impide que nada se mueva hasta que todo estalla de súbito.

Pero en esto, mucha gente no sabes la fuerza real de los nuevos movimientos sociales o la bondad de las cosas que hacen.  Lo primero es la verdadera representatividad de esas organizaciones, que cada vez está menos claro a cuantos representan y cuanta gente tiene activa. No es tarea fácil, ya que los partidos políticos se han pasado tanto tiempo usándo a otro tipo de ONGS  que en el mismo pecado tienen la penitencia, ya que la gente se ha acabado gastando el efecto que pudieran tener sus opiniones en la sociedad.


Es por esto que, sin minusvalorar la importancia de las movilizaciones, e incluso en un momento en el cual están semihibernadas o quizás por eso mismo, permítanme que empiece a dudar de la pureza de algunos movimientos sociales. Sé que hay gente que trabaja bien y desinteresadamente. Pero visto lo que he visto, tambien he de decir que algunos de ellos se están convirtiendo en organizaciones autoreferenciales y de autobombo, que no ofrecen a sus asociados ayuda ni asesoramiento alguno, y que se están convirtiendo en comerciales de su propio discurso más que en ofrecer soluciones. Y es que para venderse a sí mismo muchos bastante tiene uno con aguantar el spam telefónico o de comerciales bien vestidos como para que vengan otros a venderte la burra, eso sí, una burra supuestamente alternativa.

Y en ese contexto recordemos en qué quedo el movimiento vecinal del tardofranquismo como para empezar a saltar las alarmas. O cuestionamos lo que se está haciendo o volveremos a lo mismo de siempre, ONGs domesticadas y tipos que piensan más en su futuro que en el de la gente que dice representar.

Estamos avisados.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Errejón y la Generación-tapón.

Hace unos días, con profusión de detalles se ha sacado a la palestra el caso de Ínigo Errejón, personaje que se prodigaba en las tertulias-espectáculo televisivas representando a Podemos. En en el mismo se le adjudicaba un contrato laboral casi a dedo,con una convocatoria a medida por parte de un director de un proyecto de investigación financiado con dinero público.

En realidad, el problema no está en la honorabilidad de Errejón, sino en la del director de proyecto en un lado y en los deleznables hábitos de muchos departamentos de la Universidad española por el otro. Se ha discutido si es una corrupción ínfima comparado con lo de Bárcenas o los EREs, pero en realidad el debate de fondo no es ese. Muy probablemente tenga poco que ver con la corrupción de los partidos, ni sea comparable con los casos de corrupción descritos. Por tener dudas,el problema de fondo no ni siquiera el tema es su legalidad,  ya que puede ser conforme a Derecho aunque sea con calzador, y donde la Junta de Andalucía difícilmente va a poder mover un dedo en  contra de las relaciones internas entre el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Málaga y sus investigadores.

Si en ciertos  paises de nuestro entorno contásemos que un doctor desde hace varios años desde que se sacó la tesis estuviera en paro, mendigando enchufes por parte de afines ideológicos o personales, posiblemente se echarían en  las manos doblemente por la cabeza, por el nepotismo y por la situación laboral del doctorado y encima con la treintena cumplida.


En efecto, esa situación no es nada edificante en quienes han estado con el discurso en contra de la llamada casta, cuando su cúpula ha estado formando parte de una de las peores manifestaciones del estado oligárquico-cortijero en que está convertidos la mayoría de centros de poder del país, como es la oligarquía académico-universitaria. 

Y en ese sentido el profesor Alberto Moreno, miembro de Podemos, ha demostrado tener un comportamiento digno de esa llamada casta con su incontinencia digital. Lo malo es que no es un hecho aislado, abundan por desgracia los pequeños caciques en muchísimos departamentos de la universidad española. Y es que la dedocracia es  demasiado habitual  en la Universidad, con esas convocatorias de puestos de investigación de risa y a medida de personas con nombres y apellidos concretos. Porque eso no es una anécdota, ni un hecho aislado, es una categoría, como pueden acreditar muchos doctores y aspirantes a investigadores.

Evidentemente no es una buena noticia para Podemos, pero como siempre, los rivales de los podemitas a izquierda y a derecha no han perdido el tiempo para intentar atacar eso. Pero en el fondo saben que volverán a tener que callarse, primero porque hay miembros de los partidos y de los medios que se han aprovechado hasta las orejas de esas corruptelas universitarias y segundo por la extrema torpeza de unos partidos cuya implicación en  corruptelas y nepotismos muchos más clamorosos le impiden aprovecharse de ello. Las declaraciones de José Bono (antaño profesor asociado), y el más que probable silencio mediático tras el ruido de días atrás van en esa línea, ya que sobreactuar en ese caso va en contra de los intereses de los rivales de Podemos.

Y es que en la Universidad sigue habiendo una omertá de consideración, quizá porque es una de mas manifestaciones más poderosas de esa oligarquía de pseudoélite que alguien llamó generación-tapón . De esa  generación-tapón  que monopoliza cualquier ámbito el poder para ellos, sus familiares y allegados en la Universidad, la judicatura, en ciertos cuerpos de funcionarios, en los partidos, las organizaciones patronales, sindicales y hasta ONGs . Pero que parte de la cúpula de Podemos permanezca pasiva y hasta sometida a ese estado de cosas es un palo para parte de sus bases electorales, muchas de las cuales pertenecen a ese precariado con carrera urbano. Esos jóvenes con título, con paro y precariedad y hartos de haber perdido su tiempo y su formación. 

Pero recordemos, no desviemos el tema solamente en la lucha partidista. El problema de la Universidad española es extremadamente grave como para dejarlo solo en un casito de enchufismo sacado por interés partidista. Pero mucho me temo que nadie querrá arreglarlo. Y es que nadie ha querido hacerlo. La LOU de Julio Iglesias de Ussell solamente servía para aumentar el poder de ciertos grupos de catedráticos en las universidades y de paso  crear  universidades privadas de más que dudosa calidad. Y esa conjunción de intereses cruzados corporativos jamás se va a romper si no existe una voluntad regeneradora de la Universidad de la que no se tiene constancia en ningún partido ni de los de antes ni de los de ahora. Y eso sí que es deprimente.

sábado, 1 de noviembre de 2014

La trampa de la cercanía.

 Voy a hablar de algo que no siempre se tiene claro pero que es fundamental para una sociedad sana, y es poner en sus sitio conceptos como la cercanía.

La cercanía  es un término muy usado en política, en economía y en las relaciones personales y familiares. La cercanía es fundamental para desarrollar unas relaciones humanas que el hombre, como ser social que es o debería ser, necesita para su autorrealización personal.

 El problema estriba es cuando esa cercanía se vuelve en contra del individuo y hasta de la sociedad misma. Llega un momento en el cual esa cercanía te condiciona personal y laboralmente. Y, gotita a gotita, condiciona colectivamente, primero a la ciudad y su entorno, después a la provincia, más tarde a la CCAA y luego a un país entero.  La expresión más brutal de esa falta y tramposa cercanía está en el sur de Italia, donde se  condiciona de forma brutal toda expresión individual, colectiva y política en contra de "los cercanos". Pero no necesariamente hace falta llegar a esos extremos para ver todo el condicionamiento que esa trampa de la cercanía  cuando nos lleva a tomar decisiones incorrectas o contrarias a nuestras convicciones.

Algunas de esas decisiones tienen un componente lógico y hasta habitual, y forma conflictos en los cuales se pone a prueba la madurez de las personas. Normalmente una persona debería casarse, comprar casas, elegir tener hijos y cómo debería ser su educación por compartir un proyecto común, no por las apariencias que uno quiere tener en sus cercanías y círculos personales, o por dar una imagen de triunfo y reconocimiento social. El problema a veces está en el mismo individuo, que es capaz de autolesionar su desarrollo personal por su adicción a ese reconocimiento social. Pero digamos que hasta cierto punto eso ha sido una decisión personal e intransferible, por mucho que haya sido condicionada por ese entorno cercano.


Cuando una empresa importante entra en un territorio grande o pequeño, lo primero que ve no es cómo penetrar, no se queda ahí, no se queda en penetrar en ese mercado. Quiere CONTROLAR ese mercado. Y hay muchas formas  de hacerlo. Una de ellas es a través del personal.


Recientemente, hemos visto ejemplos de  cómo una importante cadena de supermercados fijaba su política de personal.  Para ello contratan a mucha gente con vínculos personales y familiares, y en cuanto hubiera un problema o conato del mismo, ya se encargarían de recordar las consecuencias de salirse del tiesto, con amenazas implícitas no ya al sujeto, sino también a su familia y amigos. Y si no es a través del personal, es a través de la presión de este para que su entorno compre en el supermercado. Así, en definitiva, cuando se contrata a gente del barrio o del pueblo no es para dar buena imagen, o al menos no únicamente, sino para condicionar la vida de todos el entorno, empezando por las dos partes que más interesan, el laboral y el de onsumo.. Para que compren en el supermercado con independencia de la calidad decreciente de sus productos.Ese es el tema, no ser predominantes sino CONTROLAR. No hace falta decir que la cercanía se convierte en un factor de presión adicional insoportable. Ahí la frontera entre la sensatez e insensatez es difusa, y donde el valor y la valentía se ponen a prueba, en una delgada línea roja donde lo fácil es caer en problemas de difícil solución.

Cada vez son más las empresas en cuyos departamentos de personal (me niego a llamarlos de recursos humanos por el trato dado), son más frecuentes las preguntas del tipo personal ya desde la misma entrevista decisiva. Y lo hacen por saber tus debilidades, por donde pueden cercenar tu libertad, ya apenas se pregunta por el trabajo, ni por tu actitud sino por tu situación y disponibilidad cuasi esclava. Un concepto tan común y aceptado por casi todos como aquel de que al empresario le importa un bledo tu vida privada se deshace... sí le importa, más incluso que tu competencia, es tu capacidad de plegarte a su criterio, por muy arbitrario que sea.

Esos procedimientos se repiten de forma aún más intensa cuando hay por medio cargos de alta dirección en empresas, partidos, ONGs, patronales y sindicatos. Casi todos los círculos de poder están cooptados, bien de antes, bien originariamente. Apúntese que en ningún caso se habla de competencia, mérito y capacidad. Y de igualdad menos, y no hablo de la de género, que también merecería capítulo aparte. Al final la llamada sociedad civil está en manos de gente ombliguista que solamente hace acciones y de forma reactiva por  miedo de perder su status. O una dirigencia política que es un perfecto  reflejo de lo que hay y el resultado es el estado socio-económico tan brutal que existe en la sociedad española.

Y alguien tiene que poner el cascabel al gato. La nueva esclavitud no será declarada, existirá primero como hecho y después sobre el papel, aunque la segunda parte cada vez haga menos falta. Y hay que cortarlo de alguna manera porque vamos cada día a ella. Y uno de ellos es cortar con el factor de esa trampa de la cercanía.